"Hiperlaxitud ligamentosa"
La hiperlaxitud de ligamentos es definida como la movilidad articular de rango excesivo [1]. Esta hiperlaxitud articular, según el autor Bravo [2], es consecuencia de una condición y variación hereditaria de las fibras colágenas, y como el colágeno es componente de ligamentos, tendones y cápsula articular, estas tres presentan una menor resistencia ante una tensión que se le aplica.
¿Cómo detectar la hiperlaxitud?
Una técnica utilizada para la valoración de la hiperlaxitud articular es el “test de Beighton” [1] [3], el que consta de realizar 9 movimientos (mirar fotos), y cada uno da un punto. Si obtienes 4 o más puntos, se considera a la persona hiperlaxa.
Para los que trabajan con niños:
¿Quiénes son más hiperlaxos? ¿Las niñas o los niños?
Un estudio realizado en Granada (España), por Zurita, Ruiz y otros [1](Año 2010), evaluó la hiperlaxitud en 2956 niños/as de entre 8 y 12 años de Granada, con la prueba “Test de Beighton” (vean la foto, ya que la pueden usar para saber si sus alumnos son hiperlaxos).
¿Qué hallaron?
Que aproximadamente una cuarta parte de la población escolar de 8 a 12 años de la provincia de Granada presenta hiperlaxitud articular (valorado como Beighton positivo).
En esta población estudiada, hay una mayor prevalencia de casos de hipermovilidad en mujeres que en varones, y una disminución de la frecuencia de los individuos hiperlaxos a medida que se aumenta en edad.
Algo de relevancia que encontraron los autores, es que a partir de los 11 años, tanto en niños como en niñas, la prevalencia de hiperlaxos disminuye, y que pese a que existen diferencia de cantidad de niños y niñas hiperlaxos entre 8 y 10 años, no es estadísticamente significativa. Es decir, las diferencias comienzan desde los once años en estos niños. ¿Qué pasó? Los autores no dan una explicación de esto, ya que no era un objetivo del estudio.
Eso fue en Europa, y ¿Qué países o continentes contiene niños más hiperlaxos?
Los autores Zurita, Ruiz y otros [1] de la investigación concluyen que los valores de sus niños evaluados son menores que los sudamericanos pero mayores que africanos. [1]
Como fue publicado por Zurita, Ruiz y otros [1], la técnica es utilizada para la valoración de la hiperlaxitud articular, llamda test de Beighton.
Se basa en presentar un «score de Beighton positivo» que requiere tener 4 puntos o más de un total de 9. Los sujetos son valorados en una escala de 9 puntos, considerando 1 punto por cada sitio hipermóvil, realizándose en ambos hemicuerpos.
Para la imagen, los primeros cuatro hay que hacerlos en ambos lados del cuerpo (Así da 8 puntos). El quinto, como es llevar las dos palmas de las manos al piso, solo se realiza una vez, y se obtiene el noveno puntaje.
Se basa en presentar un «score de Beighton positivo» que requiere tener 4 puntos o más de un total de 9. Los sujetos son valorados en una escala de 9 puntos, considerando 1 punto por cada sitio hipermóvil, realizándose en ambos hemicuerpos.
Para la imagen, los primeros cuatro hay que hacerlos en ambos lados del cuerpo (Así da 8 puntos). El quinto, como es llevar las dos palmas de las manos al piso, solo se realiza una vez, y se obtiene el noveno puntaje.
Otra fotografía, pero ahora con cuadrito para reconocer cómo se suma.
Midiendo lo siguiente:
• Hiperextensión de los codos (más de 10 grafos), con el sujeto sentado en una banqueta y con el brazo explorado por el examinador en extensión.
• Tocar de forma pasiva el antebrazo con el pulgar, teniendo la muñeca en flexión, con el individuo en la misma posición anterior.
• Extensión pasiva del dedo índice a más de 90°, con el sujeto sentado y con la palma de la mano totalmente apoyada sobre la camilla.
•Hiperextensión de las rodillas (10° o más), con el sujeto en decúbito supino. El examinador explora la articulación, determinando la graduación de ésta.
•Flexión del tronco hacia delante tocando el suelo con las palmas de las manos al agacharse sin doblar las rodillas.
Midiendo lo siguiente:
• Hiperextensión de los codos (más de 10 grafos), con el sujeto sentado en una banqueta y con el brazo explorado por el examinador en extensión.
• Tocar de forma pasiva el antebrazo con el pulgar, teniendo la muñeca en flexión, con el individuo en la misma posición anterior.
• Extensión pasiva del dedo índice a más de 90°, con el sujeto sentado y con la palma de la mano totalmente apoyada sobre la camilla.
•Hiperextensión de las rodillas (10° o más), con el sujeto en decúbito supino. El examinador explora la articulación, determinando la graduación de ésta.
•Flexión del tronco hacia delante tocando el suelo con las palmas de las manos al agacharse sin doblar las rodillas.
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